Bienvenidos a esta primera edición del blog Approved! , un chichi que ha costado parir simplemente porque nunca me animé a dar el primer paso, creando excusas sin fundamento, pero sí ha sido una idea que ha rondado mi cabeza por mucho tiempo (tomando en cuenta que ahí hay mucho espacio para rondar). Aún está chulón y pidiendo chiche y no tengo idea de qué lo voy alimentar. Pero comenzemos por el principio:
Hace un par de meses mi abogado me contó que mi otro chero, Rafa, tenía su Blog y que el mismo estaba muy interesante y entretenido. Mi memoria suele ser muy volátil, antojadiza y en esa ocasión dicho comentario decidió esconderse en una esquina de esa amplia bodega y comenzó a llenarse de polvo. El día de ayer sin que ni para qué, salió del olvido y decidí darle lectura. Así fue como comprobé que es un blog con temas variado y que refleja vívidamente la personalidad de Rafa; quien lo conoce sabrá a lo que me refiero. También me di cuenta que su página es vista y recomendada por otros bloggeros, lo cuál no me sorprende; tengo en esa bodega el recuerdo de todas las nanas chillando cuando Rafa declamó durante el día de la madre, finalista del concurso literario de ese año. Al finalizar de leer algunos de sus artículos, decidí comenzar a escribir y plasmar mis pensamientos en la red, sin embargo, quiero dejar bien claro que al contrario de Rafa, no soy hábil con la pluma y que mis intenciones no incluyen la difusión de lo escrito. Es más, sería la persona más feliz si la menor cantidad de personas leyeran mi blog. Yo lo veo más como una forma de rescatar mis recuerdos que siguen empolvándose, las nuevas experiencias que vivo día a día y las que están por venir.
Al contrario a la variedad de temas que abordan otros bloggeros, el grueso de los temas que voy a tratar serán sobre mis andanzas y coqueteos en la Culinaria (dijo: el gordito). Disfruto de la comida, no solo al degustarla sino al prepararla, soy crítico de la misma y de quien vive para engrandecerla o para humillarla. Hace más de una década alguien me dijo: “Gordo, tú no sabes ni mierda de comida solo comes babosadas”. Y es cierto, pero muchas de esas babosadas me han curtido al pasar los años y esas experiencias son las que he decidido contar. A los que piensen lo contrario pues están en su derecho y no los culpo por tener mal gusto. La mayoría de gente en nuestros países es naca para comer y es porque así los han criado desde pequeños, una sociedad con papilas débiles y conformistas.
Así es como este ignorante se embarca a una nueva aventura con el objetivo de recopilar sus experiencias en esos placeres terrenales. A los valientes que participen de este viaje les ofrezco mis más sinceras disculpas. Finalmente, una última recomendación: ir preparados con suficiente agua ya que acá se come todo con bastante chile. Por lo anterior, tengo el gusto de informarles que en caso haya problemas en la salida, el bisturí y el apoyo moral son totalmente gratis.
