Approved!

sábado, 6 de marzo de 2010

Cocinando con mi Abogado: Chuletas Webber

"En un asado se habla de lo que se come y de lo que se bebe y para hablar de algo hay que saber"

Roberto Marín y Héctor Salgado autores del Manual del Parrillero Criollo

De dos a tres veces por semana, nos reunimos con mi abogado para cocinar y platicar de todo un poco. Como hombres de casta, nos gusta el fuego, el futbol y la cerveza y lo mínimo que podemos estar es preparados para tirar cualquier animal que camine a una buena parrilla. Yo soy de la idea que todo hombre debe de tener las herramientas correctas para las tareas correctas. Por lo tanto, uno debe tener una parrilla Weber (NO tipo Weber, que quede bien claro), una parrilla argentina con elevador y un ahumador en su jardín, listos para tomar protagonismo en cualquier batalla que sean requeridas. Mi abogado ya dio el primer paso comprándose el Ferrari de las Weber de carbón: la Weber Performer.

Las Parrillas Weber sirven para cocinar como los gringos, básicamente es un horno que trabaja con carbón. El combustible perfecto para esta máquina es carbón vegetal, sin embargo su performance se afina con el uso de brickets (a los cuales guardo cierto recelo). La principal característica de este juguete es que el carbón se enciende apretando un botón ya que tiene un sistema de gas propano-butano integrado. Weber complementa esta máquina con una serie de accesorios de muy buena calidad "Made in America". El dia de ayer cocinamos chuletas ahumadas en una salsa de vino y bálsamico, receta del libro de weber titulado: Weber's Big Book of Grilling el cual no dudo en recomendar.

Chibola (mi padre), es un maestro para cocinar chuletas ahumadas. Las consigue cholotonas, de casi 2 pulgadas de grosor y 1 libra de peso, las cocina con su salsa "Tony Roma's" sencilla de preparar y deliciosa para cerdo y pollo:

Salsa Tony Roma's
Mezclar Salsa de Tomate, Salsa Perrins y Miel de Maple. Nada más.
Es raro que una receta venga a competir con las chuletas de Chibola, pero ayer las chuletas Weber aunque diferentes, lograron desbancarlas. Básicamente, el secreto de estas chuletas son dos niveles de sabor: el primero es un rub en pasta muy condimentado y el otro nivel es una delicada salsa, reducción de vino y balsámico que endulza a la chuletona. Veamos:
La pasta: partes iguales de aceite de oliva y salsa perrins, unas cucharadas de chile seco y condimentar con partes iguales de comino ajo y chili powder. La guinda en el pastel: una pizca de canela.

La Salsa: Freir cebolla morada y ajo en aceite de oliva por unos minutos, agregar chile pasa (chile ancho) y freir. Agregar vino tinto, jugo de naranja, vinagre balsámico y Catsup y reducir por 15 minutos y descansar. Pasar por colador y servir.
y para finalizar, el complemento perfecto de las chuletas ahumadas: Pure de papas, pure de manzana y sauerkraut. Pronto les hablaré un poco sobre como preparar estas delicias.

Lo picante en esta salsa se lo brinda el chile en polvo que se agregó al Rub en pasta, el cual se balancea con la dulzura de la salsa. En lo personal, le agregamos un chile habanero llamado Lousianna, un chile bravo y con muy buen sabor.

Por lo tanto, no duden en preparar chuletas a la parrilla, con estas recetas cualquiera aprobará su cocina, nosotros, ya lo hicimos. Approved!

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